El
crecimiento personal es un proyecto de vida. Un plan a largo plazo en el cual
hay que ir trabajando continuamente. Un sendero de tristes recaídas pero
también de muchísimos avances positivos colmados de satisfacciones
El deseo de crecimiento personal suele surgir,
generalmente, del dolor emocional, la insatisfacción o el malestar psicológico,
que empujan a una persona a mirar en el interior de sí misma para intentar
buscar soluciones, superar problemas y superarse a sí misma.
Por este motivo, el dolor emocional y la
insatisfacción con uno mismo no es necesariamente algo negativo, sino que nos
está indicando que algo anda mal, o que lo que somos no se corresponde con lo
que desearíamos ser y nos empuja hacia el cambio y hacia el crecimiento
personal.
La persona totalmente satisfecha
consigo misma tal vez se sienta más feliz, pero no habrá nada en ella que le
empuje a evolucionar, mejorar y desarrollar sus capacidades y fortalezas. La
ausencia total de dolor y sufrimiento o de obstáculos en nuestras vidas, muy
probablemente nos convertiría en personas arrogantes, como poca capacidad deempatía y
compasión por los demás, porque es a través del sufrimiento como la mayoría de
las personas entienden este tipo de emociones tanto en sí mismos como en los
demás. No es raro, por ejemplo, que una persona que ha sido madre o madre
empiece a sentir más compasión por los niños en general, debido a su propia
implicación personal con ellos. Del mismo modo, cuando nos implicamos en
nuestros propio dolor, aprendemos a ser más empáticos y compasivos con el dolor
de los demás.
Pero aunque el sufrimiento suele ser el modo más
habitual mediante el que las personas aprenden, no significa que tenga que ser
el único. Cuanto más te impliques conscientemente en conocerte y en mirar
frente a frente lo que hay dentro de ti, ya sea bueno, malo o espeluznante,
menos probable será que la vida te plantee situaciones que te hagan aprender a
la fuerza por medio del dolor.
Esto es así porque el deseo de crecimiento personal
forma parte de nuestra naturaleza. Es una poderosa fuerza que nos empuja
inevitablemente, porque constituye nuestra misión más básica y fundamental en
la vida. Puedes resistirte a esa fuerza e ignorarla pero nunca podrás
aniquilarla. Si no te implicas conscientemente en tu desarrollo y crecimiento
personal, algo dentro de ti te empujará hacia experiencias y situaciones que te
obliguen a hacerlo.
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